MI REFLEXIÓN SOBRE SEMANA SANTA

¡Subió el precio de los pescados!
¡Hay que comprar huevitos de chocolate para los niños!

La semana santa no tiene nada que ver con no comer carnes rojas y en su lugar comer pescado, ni mucho menos con conejos, ni con huevitos de chocolate.
Tradiciones sin fundamento indican que no se debe comer carne porque representa el cuerpo de Cristo, analicemos esto.

LA PASCUA HEBREA
El primer origen de la pascua se remonta a que Dios mandó a los israelitas que sacrificaran un cordero y pintaran con su sangre los postes y dinteles de sus puertas (Éxodo 12:7), es obvio que el cordero representa a Jesús, por eso se requería específicamente un cordero macho sin defecto (Éxodo 12:5) y la sangre en las puertas simbolizaba que podemos ser salvos por su sangre, por lo tanto, esa carne del cordero EFECTIVAMENTE representaba el cuerpo de Jesucristo, pero ¿que debían hacer luego los israelitas con la carne? Dios mandó: “Y esa noche comerán la carne asada al fuego y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán.”(Éxodo 12:8) Así es, Dios no mandó que no se comiera carne, no, él mandó todo lo contrario; mandó que debían comer toda la carne, luego sucedió que el angel destructor no se detuvo en las casas con la señal de la sangre y solo hirió de muerte a los primogénitos de los Egipcios, dando como resultado que el duro de faraón, por fin les concediera el permiso de marcharse y Dios le mandara a los israelitas conmemorar esta fecha cada año perpetuamente, la fiesta de la pascua. ¿Pero los cristianos no celebramos así la pascua verdad?, pues no.


LA PASCUA CRISTIANA O PASCUA DE RESURRECIÓN
Jesús y sus discípulos eran israelitas y por tanto celebraban la pascua hebrea, así fue que durante la última semana de vida terrenal de nuestro Salvador, ellos también conmemoraron esta fecha comiendo el cordero pascual, sin embargo, Jesús aprovechó la ocasión para instituir un nuevo símbolo de su cuerpo: “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y lo bendijo, y lo partió y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo” (Mateo 26:26) Así vemos que Jesús también comió carne durante la pascua hebrea, y además instituyó el pan como nuevo símbolo de su cuerpo y el vino como símbolo de su sangre, y mandó a sus discípulos participar de estas cosas en su memoria, luego ya conocemos la historia, Jesús fue arrestado, muerto y sepultado y resucitó al tercer día. Desde entonces los cristianos conmemoramos el sacrificio de Cristo cada semana participando de los emblemas de su cuerpo y su sangre, y conmemoramos durante semana santa su muerte y resurrección.

LA VERDADERA PASCUA
¿Dónde hay una prohibición de comer carne?, ¿Dónde hay un mandamiento de comer pescado?, ¿alguien dijo conejo y huevos de Chocolate? No desviemos nuestra atención en falsas tradiciones y celebremos la pascua de resurrección con la perspectiva correcta.
Cristo no morirá este viernes, Cristo no resucitará este domingo, Cristo murió y resucitó hace casi dos mil años, y resucitó para ya no morir jamás, recordemos su infinito sacrificio y su gloriosa resurrección, centrados en lo que ello realmente significa: el triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte, y nuestra oportunidad de ser perdonamos y salvos si seguimos a Cristo y la resurrección prometida de todo el género humano, si volver a reunirnos con todos nuestros seres queridos.

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